Informe Banderas
Negras 2009
El sector urbanístico, principal motor de
desnaturalización de la costa, ha sufrido una desaceleración, pero las
numerosas Banderas Negras concedidas este año por proyectos urbanísticos
en toda la costa, demuestran que, a pesar de ello, los procesos de
desnaturalización siguen muy por encima de la capacidad de carga del
territorio costero. Se ha producido una alarmante aceleración del proceso
de mediterranización que está sufriendo la costa norte peninsular con, por
ejemplo, alrededor de 19.000 nuevos amarres en Galicia, con más de 4.000
nuevas viviendas que se prevén en los planes de ordenación urbana de
Asturias y los cerca de 2.500 nuevos amarres que se prevén en el plan de
Puertos de Cantabria. Por otra parte, las CCAA que ya están saturadas de
estas infraestructuras continúan con las mismas políticas, buenos ejemplos
de ello son, el Plan de Puertos de Cataluña, que prevé la instalación de
7.500 nuevos amarres, o los once campos de Golf previstos en Baleares.

Ante la flagrante degradación costera, las
administraciones públicas, central, autonómica y local, lejos de generar
un modelo sostenible, se han empecinado en aplicar la receta de más
construcción como modo de generar empleo de mala calidad y gran
temporalidad que, además, destruye el patrimonio natural, contribuyendo de
manera muy importante a la progresiva destrucción del turismo.
En el análisis por Comunidades Autónomas, se ve un ascenso
generalizado de banderas y puntos negros concedidos. Andalucía 51 banderas
negras y 63 puntos negros, Asturias 21 y 13, Baleares 24 y 47, Canarias 29
y 32, Cantabria 27 y 6, Cataluña 23 y 20, Ceuta 6 y 4, Euskadi 7 y 7,
Galicia 55 y 102, Melilla 2 y 4, el País Valenciano 34 y 40 y, la Región
de Murcia 32 y 36.
Otro ejemplo, son los 230 millones de euros invertidos en
todo el litoral por la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y
el Mar, del Ministerio de Medio Ambiente. La mayoría de esta inversión se
ha realizado en paseos marítimos y regeneraciones de playas. Obras que van
contra su propio Plan Nacional de adaptación al Cambio Climático y, que
nos sumirá en un callejón sin salida. Las infraestructuras más peligrosas
para el mantenimiento de un perfil costero sano son los macropuertos
industriales y de pasajeros. La política de inversión de fondos públicos
en obra pública e infraestructuras ha acelerado la aprobación de estos
proyectos, aunque algunos todavía no se han puesto en marcha debido a los
procesos judiciales, la oposición de la Unión Europea y de la propia
UNESCO, en el caso de Ibiza, existiendo incluso dudas sobre la
rentabilidad económica de los mismos.
Ante esta extrema situación, Ecologistas en Acción
solicita a las administraciones competentes y a la propia sociedad, un
cambio de modelo, social y económico. Modelo que debe basarse en el
estudio de la capacidad de carga del territorio y sus ecosistemas y, con
programas de restauración ambiental y reconversión de sectores altamente
depredadores como el turismo y la construcción. Además, Ecologistas en
Acción, solicita que se comience de forma urgente a gestionar el mar para
proteger actividades en peligro como la pesca tradicional.