Cuan gritan esos malditos… 

Ya han pasado cuatro años y estamos de nuevo ante unas elecciones autonómicas, ya comienza el bombardeo inmisericorde de gentes de los distintos partidos que se postulan prometiendo  hacer por nosotros, los ciudadanos, cosas que luego, cuando los votos les dan el triunfo, olvidan sin más.

Luego pasaremos cuatro años más quejándonos acerbamente de que el gobierno resultante está podrido de prepotencia, chulería, ignorancia, presunción, hasta de corrupción y lo que es peor de indiferencia absoluta hacia los ciudadanos y sus auténticos intereses. 

¿Será esto el llamado juego democrático?, o como decía un viejo amigo de la familia, ¿ es que a la política llegan los que no sirvan para ninguna otra cosa?,  los hechos tozudos parecen confirmarlo, no obstante estoy seguro de que hay excepciones. 

Esta introducción viene al hilo de que se han publicado en la prensa las declaraciones del Sr. González Pons sobre el presunto candidato  a la presidencia de la Comunidad valenciana,  Sr. Camps, en las que dice sobre el mentado individuo  “total porque dicen que le han regalado cuatro corbatas, por eso le persigue la Fiscalía”, declaración que no tiene desperdicio, hasta ahora yo creía que el asunto giraba alrededor de unos trajes, pero ahora aparecen cuatro corbatas, afirmación que volvió a repetir en una entrevista en Catalunya Radio al decir “está imputado porque le han regalado cuatro trajes y cuatro corbatas”, a este paso el asunto va a cubrir el guardarropa entero, con excepción del sombrero y el bastón porque no parecen estar de moda entre los dandi al menos.  

Termina argumentando, "no creo que nadie considere creíble que por cuatro trajes y cuatro corbatas se venda un presidente de la Comunidad valenciana", coincido, porque quien presuntamente se vende en este caso es una persona, el Sr. Camps, que temporalmente ocupa el cargo de presidente de la Comunidad, no lo detenta a perpetuidad por meritos intrínsecos,  y el cargo lo ocupe quien lo ocupe no se vende ni se compra, faltaría más, a mi, como valenciano me irrita  la chulería y el pasotismo de que hizo gala al aceptar esos miserables regalos, como si tuviera inmunidad para hacer lo que quiera porque para algo está al mando, cuando precisamente por ocupar el cargo que ocupa no puede actuar a su libre albedrío, ese cargo le compromete a tener una conducta irreprochable, porque con ese cargo  está representando a un pueblo que todo lo ha conseguido por el esfuerzo del trabajo duro y proseguido, al que su propia historia le permite andar por el mundo con la cabeza bien alta,  que no puede consentir que alguien por un puñado de trajes y corbatas menoscabe por efecto reflejo su integridad  y su buen nombre. 

Cuando el Sr. Camps asegura "yo se lo que quieren los valencianos", lo dudo, porque los valencianos nos pagamos los trajes, y las corbatas quien las use,  no aceptamos regalos de ningún sinvergüenza con o sin bigote, por muy amiguito del alma que pueda ser.

Enrique Climent Laguarda

Febrero 2011